19 febrero, 2012

El puente del restaurante La Atarraya.


Restaurante La Atarraya.
Todos los avileños –y los moronenses en particular- estamos muy orgullosos del restaurante La Atarraya, enclavado sobre las aguas de la Laguna de la Leche. No hay familia de los alrededores que no haya visitado el lugar en algún momento de su vida. El Gallo de Morón, La Laguna de la Leche – el mayor embalse natural de Cuba- y el famoso restaurante, son símbolos de la ciudad que los moronenses mostramos con orgullo. 


Cuando el periodo especial llegó en los primeros años de la década del 90, La Atarraya, como todos los centros recreativos y comerciales, sufrieron un colapso general, hasta el punto que tuvieron que cerrar. 

Del restaurante, sólo quedaron los pilotes sobre la laguna. Qué tristeza me daba ver aquello, pero unos años después, cuando comenzó el desarrollo del polo turístico Jardines del Rey, los restaurantes, centros recreativos y la ciudad de Morón iniciaron un proceso de recuperación.

Vista aérea del Hotel El Senador.
Corria el año 2002 y mientras se trabajaba afanosamente en la reconstrucción del restaurante  La Atarraya, en Cayo Coco trabajábamos por terminar las últimas habitaciones del Hotel El Senador, un resort de 690 habitaciones, 3 restaurantes buffet, 4 piscinas y 5 restaurantes especializados. Una superficie de 12 hectáreas, incluida una bella laguna con 72 cabañas sobre pilotes y un hermoso manglar, por el que camina sobre pasarelas flotantes y que por supuesto necesita de puentes para el cruce del agua por los canalizos. El hotel tiene varios puentes, cada uno de ellos con un costo de unos 30 mil dólares. Uno de los puentes se cayó mientras era bajado del barco en el puerto de La Habana y sufrió una ligera deformación de su estructura; en buen cubano: se torció.

Fue necesario importar otro puente y a un lado del hotel estaban ambos; el “bueno”, esperando el momento para ser colocado en su sitio. El torcido; no habíamos decidido qué hacer con él.

Pasarela Principal de acceso a la playa.
Un lunes en la mañana, al llegar a mi oficina, -yo era el director de la empresa mixta cubano-canadiense propietaria de dicho hotel- me llama el señor Bernard Thibaulth,  presidente de TMSA, la compañía canadiense asociada con Cubanacán en el negocio y que estaba de visita en el hotel, como regularmente hacia 2 ó 3 veces en el año. Me dice que alguien, el domingo por la tarde, se había robado el puente bueno y para corroborar lo que me decía, me mostró las fotos de la grúa y la rastra que participaron en el robo. No hizo falta nada más. Al ver una grúa del contingente El Vaquerito y una rastra de la UNECA, supe al instante a donde había ido a parar el dichoso puente. Llamé inmediatamente a William Sardiñas y a José Enrique Castro, Secretario del Partido y Presidente del Gobierno en Morón, respectivamente y efectivamente, el puente iba a ser colocado en el restaurante La Atarraya, pues según palabras textuales de uno de ellos, alguien dijo “… en el Hotel El Senador hay un puente que no sirve… ” y zas!, allá mandaron a tomarlo, sin pedírselo a nadie.

Magalys y William con su familia.
Para no hacerles la historia tan larga, tuve que llamar al presidente de Cubanacán; Juan José Vega y al delegado de turismo en la provincia de Ciego de Ávila; Raúl Naranjo para que se encargaran del asunto y por la tarde, después de una ardua negociación entre las partes, el puente que ya estaba en la laguna, retornó a Cayo Coco y la compañía mixta El Senador "le regaló" el puente torcido al Poder Popular de Morón y fue colocado a los pocos días, para el disfrute de todos los moronenses y visitantes. 

Euler Pernas y familia.
Es ya casi un ritual, que todo el que va al famoso restaurante moronero, se toma una foto en el puente y yo, cuando veo esas fotos en facebook, recuerdo la historia del puente y sonrío.


                                                  




                                                                      === FIN ===

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