¿Quién soy?

Debo admitir que nunca pensé que fuese a construir mi blog en tan breve tiempo, pues salí de Cuba en junio de 2011. 

En 23 años de graduado como ingeniero informático, jamás tuve una computadora propia. Súmele a ello, que en nuestra patria, desde que comenzó el período especial, cientos de miles de profesionales nos vimos obligados a dejar nuestras profesiones para dedicarnos a otros menesteres que nos permitieran paliar las extremas escaseces.

Enrumbé mi vida por el escabroso camino de la gerencia en varias empresas turísticas en la provincia de Ciego de Avila (Destino Turístico Jardines del Rey). Fuí jefe de almacén en el Hotel Morón, subdirector de logística en ITH-Abatur, director de la cadena de tiendas Universo, subdelegado comercial de Cubanacán, subdirector residente del Hotel Tryp Cayo Coco, director de la empresa mixta El Senador S.A. y especialista en inversiones de Cubanacán. En todo ese tiempo (más de 18 años), lo único que pude lograr en términos informáticos, fue utilizar la computadora de mi trabajo como un usuario aventajado, mientras seguía de lejos la desenfrenada carrera de internet, las redes sociales y el network marketing.

El 8 de marzo de 1964 nací en un minúsculo caserío en las estribaciones de la Sierra Maestra: Sevilla Arriba, en el municipio Pilón, aunque me inscribieron en Campechuela, donde transcurrió mi infancia y adolescencia. Posteriormente viví en Manzanillo. Al concluir la universidad trabajé en las ciudades de Holguín y Bayamo y finalmente en Morón, sitio vivi y trabajé durante 20 años.

Nunca, ni en los momentos más difíciles de mi vida, dejé de leer un buen libro. Ellos han sido refugio seguro para escapar de carencias y sinsabores. Puede faltarte alimento para el cuerpo, pero nunca dejes de alimentar tu espíritu. Es ya una necesidad, un rito, leer diez o doce páginas antes de irme a la cama. En este viaje, en mi maleta traía escasa vestimenta, pero varios de los libros que amo. Me acompañaron en este viaje: Lezama Lima, Miguel Barnet, Gabriel García Márquez, Dulce María Loynaz y Senel Paz

Aunque nunca he pensado escribir un libro; hace unos cuantos años sentí la necesidad de escribir mis remembranzas, crónicas e ideas sobre los más disímiles temas, sin más pretensión que legar a mis descendientes algo tangible por el que puedan conocer, lo que este servidor pensaba y escribía.
  
Pero aquí estoy, como niño con juguete nuevo, aprovechándome de las infinitas bondades de esta nueva tecnología que está revolucionando no sólo la economía global, sino todas las áreas del concocimiento humano. 

Alguien dijo hace varios años, que quién no supiera informática, en el futuro sería un analfabeto funcional. Estoy completamente de acuerdo, pero le sumo lo siguiente: "Quién no tenga acceso a internet, es un analfabeto… nada más".


                                        === FIN ===