Organo oriental |
Llegó desde Europa y rápidamente el órgano se difundió por
el oriente cubano. Manzanillo es considerada la cuna del órgano oriental. Allí,
familias como los Borbollas y los Fornaris son muy reconocidas, pero en Campechuela vivía uno de los músicos más admirados y respetados en el
singular instrumento.
Gisela; la nieta de Horacio Olivera, -que así se llamaba
el querido músico- era una bella mulata, como son las mulatas
cubanas. Era mi compañera de aula en la escuela secundaria. Varias veces nos burlamos de
ella, pues éramos pepillos que amábamos a Los Beatles, a Boney M, La Nueva Trova y a Queen y para nosotros, el órgano era "música de guajiros”.
Horacio Olivera |
Cinco o seis músicos producían aquellas cadenciosas melodías. La enorme
caja de madera y fuelles, que era accionada por dos hombres incansables, dándole
manigueta; el timbalero, el de las tumbadoras y el del guayo de metal; eran la
composición básica de la banda.
Nunca más he escuchado una risa tan estruendosamente burlona como la
de Gisela Olivera aquella madrugada, cuando descubrió que los pepillos también bailaban "música molida" con el
órgano de su abuelo.
=== FIN ===
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