Colt 45 |
Contaban los mayores en las tertulias que a finales de 1960;
abuelo Monguito era, además de pescador, auxiliar de la policía; a los que el pueblo bautizó como guarapitos.
Los domingos por la tarde se celebraban bailables en el salón
de bailes de la playa (el conocido Merendero de los campechuelenses) y él asistía en
calidad de agente del orden público, acompañando a varios policías. Aquel día,
el ambiente estaba tranquilo y los uniformados decidieron retirarse, dejando en
el lugar únicamente al guarapito.
De pronto; como suele suceder en los bailables, se armó una
riña tumultuaria, una gran reyerta. Abuelo intentó hacer valer su autoridad. Con
gran rapidez sacó el añejo Colt 45 de la funda, lo levantó sobre su cabeza y
efectúo un disparo al aire...
Eso fue lo único que pudo hacer. Con la misma rapidez, le
encasquetaron un taburete en la cabeza y allí mismo perdió el sentido.
Contaban, que gracias a la valiente intervención de una joven
del barrio, mi abuelo fue sacado del enardecido tumulto y llevado al policlínico,
donde volvió en sí, pero sin recordar nada de lo sucedido.
=== FIN ===
No hay comentarios:
Publicar un comentario