Vito Corleone. Film El Padrino. |
Aunque no vivía en el barrio; Isidoro Rodríguez era una figura
singular. Cuando asistía a las tertulias, nos narraba historias sorprendentes. Tenía
más de sesenta años y aunque nunca habló del tema, estoy convencido que Mario Puzo compartió con él varias copas en algún oscuro bar de Manhattan y se inspiró en
sus gestos y ademanes para moldear al personaje Vito Corleone: El tabaco arrimado
a la comisura de los labios. Sólo abandonaba aquel sitio, mientras Isidoro conversaba;
manteniéndolo prisionero entre los dedos de su mano derecha.
Nos contó una vez, que siendo capataz en el ingenio de
Guayabal ocurrió un trágico accidente cuando uno de los mecánicos resbaló y
cayó en los molinos. Carlín; el zapatero
anotó en una libretica.
En otra ocasión; narró una tremenda reyerta entre un
borracho jaranero y un policía abusador, cuando trabajaba en un bar de Jovellanos.
Carlín sonrió y apuntó en su libreta.
Isidoro relató una tarde; la historia de una hermosa dama
de sociedad que lo confundió con un millonario; mientras laboraba como croupier en un casino de Marianao. Carlín escribió en su libretica.